Soneto guardado en mis cuadernos de ejercicios
por Mauricio Vallejo Márquez
Frente a mi van la belleza y aquel año
en anhelo por el lejano velo
de esa risa y esa burla cual un celo
y llega el silencio como en antaño
que sacia mi dolor como un paño
cuando estaba derrotado y en el suelo
solo, herido y mi llanto por consuelo
vagando con mis golpes, sin rebaño
añorando de corazón el cielo.
Con dulzura mi Dios que me responde
y con su suave voz me afirma adonde
debo andar para romper el hielo
y abrazarme a ti y a mi Señor amado
con esa bendición que ha quedado.
Frente a mi van la belleza y aquel año
en anhelo por el lejano velo
de esa risa y esa burla cual un celo
y llega el silencio como en antaño
que sacia mi dolor como un paño
cuando estaba derrotado y en el suelo
solo, herido y mi llanto por consuelo
vagando con mis golpes, sin rebaño
añorando de corazón el cielo.
Con dulzura mi Dios que me responde
y con su suave voz me afirma adonde
debo andar para romper el hielo
y abrazarme a ti y a mi Señor amado
con esa bendición que ha quedado.
(Evidentemente es un ejercicio, pero quise mostrarlo)
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