EL HOMBRE CENICIENTA

Por Mauricio Vallejo Márquez
No importa que todo se derrumbe a nuestro alrededor, que las cosas vayan de mal en peor y que no se mire luz al final del túnel. No importa eso, sino que tengamos la fuerza y la fe de luchar por nuestros sueños o metas, así como fue el caso de Jim Braddock que es interpretado por Russell Crowe en la película Cinderella Man.
Braddock es un boxeador de éxito, incluso campeón mundial, hasta que llega la crisis económica de Wall Street en 1929 (una parecida a la que se nos viene encima en el mundo sólo que esta nueva aseguran será peor) y empieza a bajar su nivel tanto que se convierte en una imitación de pugilista, al que todos lo golpean y las derrotas se vuelven como los atardeceres, acostumbradas. Llega el momento en que se fractura la mano y a pesar de eso continua peleando, en dicho encuentro el árbitro suspende la actividad por el bajo nivel que preswentan los contendientes y Braddock no recibe ni si quiera un penny. Allí se le cae el mundo a Cinderella Man porque incluso le suspenden la licencia.
Sin embargo Braddock conocido como el Buldog comienza su infatigable búsqueda de trabajo. Está casado y tiene tres hijos que urgen de comida y techo. Cada vez es más difícil procurarles sus necesidades. Incluso les desconectan la electrificada y su mujer toma la decisión de lleva a sus pequeños junto a su familia. El Buldog no lo resiste y se va a pedir limosna. Mientras pide contribución en el club donde peleaba su manejador lo ve y comienza ha hacer esfuerzos para ayudarlo. Poco a poco obtiene una oportunidad para Braddock y éste se encarga de aprovecharlas. Lucha por sus hijos, por su esposa, por comida, por pagar la luz, por un sueño. Hace lo imposible una y otra vez hasta recuperar su lugar y cuando todo parece haber mejorado surge el campeón mundial quien lo desaprueba y lo ve de menos, tanto que se burla innumerables veces de él. En más de una ocasión incluso asegura que lo va a matar entre las cuerdas, algo que intimida a la esposa del Buldog e incluso logra que ella no quiera que su hombre pelee. Cinderella Man no se rinde y sin preocuparle tanto que el camino se ha puesto negro de nuevo (o al menos fingir que es así), él sale al cuadrilátero dispuesto a ganar o a morir. Sube y ve frente a frente a su rival y comienza la pelea.
En este combate podemos apreciar lo importante que es tener una estrategia para lograr obtener una meta y no sólo eso, sino que también no apartarnos de ella hasta lograr tenerla en nuestras manos sin importar de que las personas a nuestro alrededor crean que estamos equivocados o lejos de tenerla. El Buldog ganó esa pelea, recupero el titulo, recupero todo lo que tenía y murió en la tranquilidad que le pudo dar la opulencia.
Se oye bonito este cuento de hadas, sí, pero esta historia es real, basada en personas reales que lo lograron y por ello no debemos renuncia a creer que podremos lograr nuestros objetivos, como lo demuestra esta película. Sólo debemos esforzarnos por ellas. No hay triunfo sin esfuerzo.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
me gustó la entrevista que te hicieron.

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