Mauricio Vallejo volvió a recorrer las calles de su Tonaca
Por Mauricio Vallejo Marquez
No podemos olvidar. El que olvida no tiene certeza de dónde
está parado ni de dónde estuvo. Simplemente vegeta entre la historia y no puede
responderse a sí mismo de donde viene ni el porqué. No voy a olvidar ni a
claudicar en cuanto esto. Mi padre es un desaparecido político, un hombre que
fue separado de su familia cuando contaba 23 años y con un buen futuro por
delante. Desaparecido por ser quien era, por pelear por causas justas, por
creer que las cosas deben de cambiar para mejorar, por decir que en nuestro
país existía represión e injusticias, por ser joven, por ser poeta. ¿Por qué
entonces callarme? ¿Por qué vamos a callar lo que vivimos?
Una de las razones por las que se firmaron los Acuerdos de
Paz es para que exista reconciliación, no olvido. Para perdonar debemos saber a
quiénes y el porqué. ¿Serán tan valientes las personas que cometieron estos
crímenes y que gozaron torturando a personas como padre, para decir que lo hicieron? No. Tengo la
certeza de que no hablaran, porque ahora desean que la gente olvide. Imagino lo
duro que puede resultar para ellos al ver que hay personas que no olvidamos y
que no sentimos esos deseos tan bajos (asesinar y torturar) como los que ellos
sintieron y ejecutaron.
Una noche el pintor Manuel Bonilla me dijo que debía
enterrar a mi padre. No es el único que me lo ha dicho. No sé si él es consciente
de sus palabras, porque enterrar a mi padre en el sentido de aceptar su muerte
es un hecho, sin embargo jamás voy a olvidar que fue desaparecido, torturado y
asesinado, así como no se debe olvidar que se cometieron estos hechos. Claro,
uno no es como ellos que ansían venganza, yo deseo justicia y verdad.
En el 2008 Tonacatepeque realizó el primer homenaje para la
memoria de Mauricio Vallejo Marroquín. Carlos Fajardo fue el responsable al
devolverlo a su pueblo y sacarlo ahí del silencio.
Desde el año pasado el encargado de coordinar el homenaje a
Mauricio Vallejo en su tierra es Rob
Escobar, artista oriundo también de nuestro amado Tonacatepeque y quien desea
firmemente sacar del silencio a todos los mártires y héroes de Tonaca. Es todo
un ejemplo al ver su entereza, su solidaridad y participación. Colaboró en la
pinta que se hizo en su casa y continúa con el trabajo de divulgación de la
obra del muchacho Vallejo. Un gran abrazo, hermano Rob.
La conmemoración
En el Centro Cultural El mesón se realizó la conmemoración
del 33 aniversario de la desaparición de Mauricio Vallejo Marroquín, coordinado
por Rob Escobar. La conmemoración contó con el apoyo de Gremio de Artistas de
Tonacatepque, Asociación Cultural Islámica Shiita de el Salvador, La Fragua de
Arte y Cultura, Sociedad la noche de Vallejo, Casa de la cultura de Tonacatepeque
y el Movimiento Mauricio Vallejo Vive!!!
La actividad contó con la moderación de Bilal Portillo,
destacado orador y ensayista musulmán, quien cedió la palabra a Patricia
Márquez, viuda del poeta, y a Josefina Pineda de Márquez, suegra, para que
contaran acerca de la vida del poeta. De sus amigos se contó con Luis Silva que
además de rendirle honor al recuerdo de su amistad, también leyó el Bombillo de
Savia, cuento de Vallejo.
La música estuvo a cargo de Paty Silva, Carlos Rubio Calles
y Margarita Navas Cañadas, quienes nos deleitaron con sus frescas voces y con
la profundidad de las canciones que interpretaron.
Los poetas Hector Dennis López, Mercedes Cañadas de Navas y
Jim Casalvé leyeron poemas que han escrito en honor al poeta tonacatepecano. Escritos que muestran la sensibilidad de los
cultores de la palabra por algo muy nuestro, lo vivido en la guerra.
El poeta Mustafá Al Salvadori leyó algunos de sus versos
para referirse a la importancia de la lucha revolucionaria. Sus textos están
cargados de una realidad que sigue latente.
La diputada del Parlacen, Gloria Anaya, pronunció unas
palabras para recordar la lucha de los mártires en la guerra civil salvadoreña.
Tras esto se desarrolló el emotivo testimonio de Mercedes Cañadas de Navas,
quien presenció la desaparición forzada de Vallejo, quien además fue su
compañera de estudios.
La danza estuvo a cargo de Marielos Juárez quien nos
deslumbró con dos maravillosas piezas que nos hacen ver en Marielos un futuro
prometedor en la danza.
El cierre de la jornada artística estuvo en la actuación de
Dinora Alfaro, actriz y dramaturga que nos impresionó con un emotivo trabajo
llamado la Herencia, en la que plasmó una obra universal inspirada en la vida
de Mauricio Vallejo Marroquín y la época.
Tras esto se desarrolló una procesión con velas y flores
para que la imagen del poeta recorriera las calles de Tonacatepeque hasta
llegar a la casa donde vivió el poeta Vallejo, la procesión fue liderada por la voz y la guitarra de Carlos Rubio Calles. En el lugar se dejaron unas
velas como ofrenda. Cada año el piso bajo la pinta se va llenando de cera, así
como la obra de Vallejo Marroquín va saliendo a la luz.
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