Amada


por Mauricio Vallejo Márquez


La ausencia de tu voz
gasta mi pose erguida,
me cala tan hondo
con un dolor desmedido,
hiere mis ojos
y no te figuro más.
Aquellas risas que dejaste
quedaron en el jabón
deambulando y olvidadas.
Acaricia tu imagen de sombra
entre las paredes,
tan propias y vacías.
¡Vuelve amada e inunda todo de ti,
Que buena falta le hace!

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