Adiós
Por Mauricio Vallejo Márquez
En una barca van dos niños.
Uno juguetón y firme,
el otro un voraz impertinente.
Los dos van cantando adiós al mar,
aunque en este van.
Al otro lado de la costa está su madre
con una bata ceniza que lleva unos cuantos soles,
se ve que llora
la pobre, pobrecita.
Sus lágrimas van anclando el mar
como una profunda herida.
El mayor de los dos se percata,
le avisa al otro, encontrando un:
-Déjala estar. Ya se cansara-
Comentarios