Aridez


por Mauricio Vallejo Márquez

Un hombre cruza el desierto
con un paraguas en la cabeza,
va cojeando,
abandonado de razón.

Fue prisionero
del infinito y voló.

Esta tarde se arrojó de los cielos
y navega en la arena.

Un hombre va feliz
deslizándose en la arena...

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Me gustó mucho este poema.

Saludos,
Mariana

Gracias.

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